Tras estos meses de verano y las vacaciones nuestro blog vuelve a ponerse en marcha
Como en todas las cocinas, después de una temporada fuera de casa, al volver encontramos la despensa y el frigorífico desiertos, y nos toca ir al supermercado a comprar.
Esto puede ser una labor aburrida pero si lo pensamos bien podemos aprovechar para reorganizar nuestra despensa.
Para ello os doy estos fáciles trucos para que el almacenamiento de vuestros productos y la correcta utilización del frigorífico os hagan la vida más fácil y los alimentos tengan una mejor conservación.
Antes de comenzar tenemos que asegurarnos que todos los alimentos que hemos comprado están en buen estado, tanto los productos de temporada como los congelados o las conservas. Para ello no solo debemos fijarnos en el aspecto del producto si no también en el etiquetado.
LA DESPENSA
1. Para tener una despensa bien organizada desde un primer momento hay que crear dos secciones, primera la dedicada a productos que se utilizarán mas y otra de productos que pueden durar meses en nuestra despensa.
2 . El segundo paso es que comprobar que los productos que ya tenemos es nuestra despensa están aun dentro de la fecha recomendada de caducidad o esta está cercana, por lo que debemos colocarlos en el lugar más visible.
3. Actualmente muchas cocinas disponen de despensas con accesorios que permiten que el almacenamiento de los productos sea seguro (cestas giratorias, especieros, rejillas, botelleros...) pero en el caso de vernos obligados a almacenar en los armarios de la cocina os aconsejo que lo hagáis en los mas alejados al horno.
4. Para optimizar el espacio en la despensa se debe hacer una rotación de productos. Si amontonamos en el armario según vayamos comprando podemos correr el riesgo de ir consumiendo los mas actuales mientras que los de caducidad mas cercana quedan escondidos detrás. Para evitar esto os aconsejo que coloquéis lo recién comprado detrás y así creareis una rotación que os asegurara que el producto siempre está en perfectas condiciones
5. Para el almacenamiento de conservas en lata siempre hay que evitar consumir las que tengan un aspecto hinchado. Aunque su fecha de caducidad esté en orden.
EL FRIGORÍFICO
Antes de almacenar alimentos en el frigorífico hay que hacer una buena selección de ellos, ya que suelen ser los de consumo más activo. Para un correcto mantenimiento todos los produtos que no tengan sistema de autocierre deben conservarse en recipientes cerrados o envueltos en papel film.
1. Frutas: Para saber que la fruta que compramos está en perfectas condiciones para que se mantengan el mejor tiempo posible en el frigorífico debemos escogerlas brillantes y con colores intensos. Las frutas con hueso (melocotones, ciruelas...) deben ser suaves al tacto y sin arrugas. Los plátanos no deben tener coloración marrón.
Para saber cuando un melón está perfecto para comer os aconsejo que lo oláis y al hacerlo debe tener un olor dulzón suave y en la piel no debe haber ninguna mancha blanca.
2. Verduras: Con ellas pasa exactamente igual que con las frutas, al ser productos de consumo diario debemos elegirlas bien para que no se nos pongan mal y nos duren bastante. Para ello escogeremos las verduras de color verde intenso sin hojas marrones. Los tomates tienen que tener un color rojo intenso y brillante y su tacto debe ser prieto sin arrugas.
3. Carnes: La carne de ave (pollo, pavo...) debe ser flexible y suave, al tocarla debe estar sin rigidez. La carne roja ( ternera...) debe tener un tono rosáceo, nunca marrón. La grasa siempre debe ser blanca.
4. Pescado: En el caso del pescado la piel debe estar resbaladiza y clara, sin tonos oscuros. Un truco para saber que el pescado está en buenas condiciones es que tenga los ojos saltones y con mucho color. También podéis mirar las agallas las cuales deben tener un color rojo intenso.
5. Lácteos: Los yogures y leches son de muy fácil almacenamiento en la nevera por su envasado. Aún así necesitan una atención ya que no deben consumirse fuera de su fecha recomendada de caducidad y en el caso de los quesos deben ser guardados en un recipiente cerrado apto para nevera o envuelto en papel film para que no se seque.
6. Huevos: Los huevos deben mantenerse alejados de cualquier otro producto. Ya que la cascara es porosa el huevo tomará el olor y luego puede aparecer en su elaboración. Por ejemplo, si guardamos un huevo pegado a un pescado, puede tomar el olor del pescado.
Espero que estos consejos os sirvan y así pongamos nuestras despensas en marcha para tenerlas preparadas para las nuevas y riquísimas recetas que vamos a preparar juntos.
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